miércoles, 6 de abril de 2011

# El...



 Mate no es una bebida. Bueno, si.  Es un liquido y entra por la boca, pero
no es una bebida. En este país nadie toma mate porque tenga sed. Es mas bien
una costumbre, como rascarse. El mate es exactamente lo contrario que la
television: te hace conversar si estas con alguien y te hace pensar si estas solo
Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es: "Hola" y la segunda: "Unos mates?". 
Esto pasa en todas las casas, en la de ricos y en la de los pobres. Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas y pasa entre hombres serios o inmaduros. Pasa entre los viejos de un geriatrico y entre los adolescentes mientras estudian. Es lo unico que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara. Peronistas y radicales ceban mate sin preguntar, en verano y en invierno.
Cuando conoces a alguien por primera vez, te tomas unos mates. La gente pregunta,
cuando no hay confianza: "Dulce o amargo?". El otro responde: "Como vos tomes".
Los teclados de Argentina tienen las letras llena de yerba, la yerba es lo unico que hay siempre en todas las casas.Siempre, con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Este es el unico pais del mundo en donde la decision de dejar de ser un chico y empezar a ser 
un hombre ocurre un dia en particular. Nada de pantalones largos, circuncision, universidad
o vivir lejos de los padres. Aca empezamos a ser grandes el dia que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos. No es casualidad, no es porque si. El dia que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es que ha descubierto que tiene alma. O esta muerto de miedo, o esta muerto de amor, o algo: pero no es un dia cualquiera.
Ninguno de nosotros nos acordamos del dia en que tomamos por primera vez unos mates solos, pero debe haber sido un dia importante para cada uno. Por dentro hay revoluciones.
El sencillo mate es nada mas y nada menos que una demostración de valores, es la solidaridad de bancar esos mates lavados porque la charla es buena. La charla, no el mate. es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablas mientras el otro toma y es la sinceridad para decir: "Basta, cambia la yerba!".
Es el compañerismo hecho momento. Es la sensibilidad al agua hirviendo, es el cariño para preguntar, estúpidamente: "esta caliente no?". Es la modestia de quien ceba el mejor mate, es la generosidad de  dar hasta el final, es la hospitalidad de la invitación, es la justicia de uno por uno por uno, es la obligacion de decir: "Gracias", al menos una vez al dia, es la actitud etica, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir.