En diciembre de 1984, Jaime Shandera, un productor cinematográfico de Hollywood y ufólogo, recibió por correo un paquete en cuyo interior sólo había un rollo de película en blanco y negro de 35 mm sin revelar. No iba acompañado de ninguna carta ni tenía remitente. Sólo el remitente proporcionaba una pista sobre su origen: Nuevo México.
Al revelar la película, vio que contenía negativos de lo que parecía ser un informe, del 18 de noviembre de 1952, para el presidente electo Dwight D. Eisenhower. En la primera página había una advertencia: "Este es un documento de ALTO SECRETO - SÓLO PARA LECTURA, que contiene información clasificada, esencial para la seguridad nacional de los Estados Unidos". En la segunda página había una lista de doce influyentes científicos, jefes militares y consejeros de información de EE UU. Hasta la tercera página no se apreciaba con claridad el tema del documento: el hallazgo de un platillo volador accidentado y de unos cuerpos de extraterrestres cerca de Roswell, Nuevo México, en julio de 1947.
La última página del documento era un memorando del presidente Harry Truman dirigido al ministro de Defensa, James Forrestal, de fecha 24 de septiembre de 1947. En él, Truman daba instrucciones a Forrestal para que pusiese en marcha la Operación Majestic-12, pero sin dar ningún indicio de qué podía ser.
Revelaciones sorprendentes.
Por sí solo, ese memorando no tiene sentido. Pero, al leerlo junto con el informe de 1952, la historia parece clara: en julio de 1947, una "nave aérea en forma de disco" se estrelló cerca de Roswell y los militares hallaron "entidades biológicas extraterrestres". Cuando el presidente Truman fue informado del accidente, autorizó al ministro de Defensa -Forrestal- a formar un comité que se hiciese cargo de la situación.
En 1952, cuando Eisenhower fue elegido presidente, se puso en su conocimiento la operación Majestic-12. El informe contiene una lista de los doce miembros del comité y una descripción de los detalles del accidente. El párrafo final hace hincapié en la necesidad de "evitar a toda costa que cunda el pánico", y confirma que el Gobierno está ocultando la verdad sobre los Ovnis. Pero la cuestión es: ¿son auténticos estos documentos?